domingo, 14 de noviembre de 2010

Violencia y seguridad ciudadana en Puerto Nuevo: la experiencia del miedo (1)

M.C.A.

La zona de Puerto Nuevo está ubicada en el distrito del Callao, y es conocida por ser un lugar donde la peligrosidad es la característica más resaltante. No sólo posee la imagen de ser una zona de alto riesgo, sino, además, debido a la complejidad de los problemas que afronta la convierten en un blanco inevitable para los distintos proyectos de instituciones interesadas en modificar conductas sociales.

Mi llegada a la zona de Puerto Nuevo se debió a mi participación en un proyecto desarrollado por la institución CEDRO, cuyo objetivo fue reinsertar a una institución educativa a niños y adolescentes de entre 11 a 17 años de edad que realicen algún tipo de trabajo que les impida acudir a la escuela. Así, conviviría 10 meses con las personas que habitan la zona, conociendo otras formas de entender la realidad y la vida.
Lo que me interesa mostrar brevemente es mi llegada a la zona de Puerto Nuevo. Además, describir las nociones que posibilitan la construcción de un imaginario en torno a un espacio desconocido. Uno de los aspectos que permiten generar distancias entre entes que no se conocen (que podrían conocerse mutuamente) es el miedo. El miedo a algo impide (muchas veces radicalmente) la fluidez del desenvolvimiento de una persona en un determinado lugar o situación. Pero sobre todo, impide que se conozca claramente  aquello que se teme. De esta manera, el miedo es un limitante para el entendimiento de formas y lógicas diversas, para la convivencia entre personas que muchas veces son guiadas por nociones previas sobre aquello que aún no se conoce. A diferencia de la incertidumbre (común en cualquier persona que está próxima a una nueva experiencia), el miedo elabora una imagen cuidadosamente detallada de lo que no se conoce. El miedo permite que se represente al otro en una dimensión no real, distinta de sus propias características y potencialmente amenazante. Lo que se configura aquí es un conocimiento del otro basado en nociones previas extraídas de distintos medios: radio, televisión, periódicos, etc. Estos medios de comunicación audiovisuales generan en la persona un sentimiento de temor, inseguridad, amenaza, y sobre todo ponen en funcionamiento un proceso de distinción con un otro que no se conoce realmente.[1] Otro medio fundamental generador de diversas nociones sobre el otro es el rumor. El rumor, debido a su carácter oral, se desplaza de manera fluida y trasformada en diversos espacios de interacción social: el mercado, la calle, los parques, etc. En este sentido, el rumor sobre “algo” lejano y desconocido pero que es peligroso y amenazante [2]repotencializa el miedo sobre la comunidad. De esta manera, el rumor, junto con los medios audiovisuales posibilitan la experiencia del miedo

Antes de llegar a Puerto Nuevo, lo que elaboré como noción previa fue el miedo al lugar. Hubo también cierta incertidumbre, común ante la nueva experiencia. Sin embargo, las advertencias sobre la peligrosidad de la zona (los discursos referidos a como son ellos por parte de otros miembros que participaron en el proyecto, además de lo leído y escuchado por los medios de comunicación) me generaron una imagen casi detallada de lo que aún no conocía. Es innegable que en Puerto Nuevo existe un alto índice de peligrosidad, violencia e inseguridad; pero lo que quiero hacer notar es la narrativa que se construye detrás de ello: la imagen que se reconstruye en torno al lugar, teniendo como aspecto primordial el miedo a lo que no se conoce. Si bien existe inseguridad en Puerto Nuevo, lo que sabemos sobre la zona es solo lo referente a este aspecto. En otras palabras, Puerto Nuevo es, simplemente, peligrosa. Evidentemente no sólo es el miedo el factor principal que permite la construcción de una imagen previa sobre el lugar, pero sí es un gran limitante para conocer y entender la lógica y dinamismo que se establece en dicha zona. De esta manera, la peligrosidad en Puerto Nuevo es real, no se puede obviar o negar. Sin embargo, también es peligrosa la imagen que se perpetúa sobre las personas cuando se hace referencia al lugar, ya que lo que guía al conocimiento de aquella es justamente su desconocimiento, copada por el miedo y la sensación de lejanía (también de cercanía debido a la sensación de amenaza). Es importante que se diluyan diversas nociones fundamentadas por el miedo sobre la zona de Puerto Nuevo, y probablemente la peligrosidad real que se vive en el lugar pueda modificarse. Romper el miedo a lo desconocido es un factor necesario para aperturar nuevos caminos que permitan nuevas soluciones a problemas complejos como la inseguridad ciudadana.


[1] Si bien los medios audiovisuales permitieron a partir de la segunda mitad del siglo XX la emergencia en la escena peruana de nuevos actores sociales, con sus efectos positivos en la transformación de roles y representaciones sociales, también generaron (y generan) imaginarios no reales sobre el otro que limitan la experiencia del conocer.
[2] Es este sentimiento de lejanía y cercanía a la vez lo que se encuentra en el centro del rumor. Existe en la persona un sentimiento ambiguo sobre aquello que es temido, siempre sin ser realmente conocido.

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