domingo, 6 de febrero de 2011

Violencia y seguridad ciudadana en Puerto Nuevo (2)


Hace algunos años se implementó un programa piloto en el Callao que intentaba solucionar el problema de la inseguridad ciudadana. Dicho programa piloto, llamado Seguridad Chalaca,  fue comandado por el entonces alcalde del Callao Félix Moreno, el cual estuvo constituido por un grupo amplio de personas que tenían como función principal mantener la seguridad vecinal en las diferentes zonas del Callao. Este sistema de mantenimiento de la seguridad vecinal aún sigue vigente en el Callao, teniendo diversos resultados en las zonas en que se llevó acabo. En este sentido, describiré  algunos elementos importantes de este programa desde su realización en la zona de Puerto Nuevo. Lo que me interesa mostrar es un fenómeno que abarca al presente artículo: las transformaciones que sufre el programa oficial de seguridad ciudadana en su desarrollo práctico en la zona de Puerto Nuevo.

En los últimos diez años, el Gobierno Regional, la Municipalidad y la Jefatura Provincial PNP del Callao han trabajo en conjunto tratando de disminuir la incidencia de inseguridad ciudadana en dicha Provincia Constitucional. Diversas medidas fueron tomadas; entre ellas tenemos trabajo interconectado entre las comisarías de las zonas que componen el Callao, formación de brigadas vecinales, patrullaje en motocicleta, sistemas vecinales de autoprotección, la creación de un Escuadrón Verde, etc. Todas estas estrategias, tendientes a transformar el sistema de seguridad ciudadana en el Callao, tuvieron distintos resultados (en muchos casos positivos), ya que un aspecto siempre a tener en cuenta son los recursos y la logística disponible para poner en marcha lo que se dispone en el papel. En este sentido, no bastaba con el aumento de personal de seguridad en las distintas zonas del Callao para erradicar con las prácticas delictivas que la aquejaban (y la aquejan), sino, además, tener el acceso a los recursos necesarios para facilitar las estrategias desplegadas (motocicletas, sirenas, material de defensa, etc.).  

Sin embargo, existe un aspecto que quiero destacar dentro del conjunto de estrategias abordadas: la participación de la propia comunidad en la erradicación de la inseguridad ciudadana. En este punto entran en juego una serie de elementos que nos permiten entender con mayor amplitud lo que implica promover la participación de los propios vecinos en la solución de sus problemas de seguridad y la ambigua puesta en escena de un programa colectivo como es el de Seguridad Chalaca. Debemos de tener en cuenta las prácticas genuinas de los actores sociales que establecen sus lógicas en la configuración de sus propios sentidos de vida, lo cual posibilita redefinir la institucionalidad de algunas funciones puestas en escena.

Nuestro espacio de referencia es Puerto Nuevo. En esta zona el programa Seguridad Chalaca se puso en práctica teniendo en cuenta la misma premisa que en las otras zonas: participación de los vecinos del sector en la obtención de información valiosa que permita a la policía realizar operativos cada cierto tiempo con la finalidad de disminuir los índices de inseguridad (robos, enfrentamientos entre bandos, microcomercialización de drogas, etc). Evidentemente su función principal es resguardar de los peligros que se ciernen sobre la zona. Por otro lado, el programa puesto en marcha por los entes oficiales estiman como positivo que sus integrantes sean del mismo sector (vecinos), ya que esto permite un “mejor conocimiento” de la realidad de Puerto Nuevo. Sin embargo, dichos integrantes terminan siendo sujetos mediadores entre la oficialidad del programa de seguridad vecinal y la estructura genuina que rige la vida en la zona. No es solo un conjunto de personas que informan al Supervisor (personaje que cada cierto tiempo recaba la información de los de Seguridad Chalaca sobre lo sucedido en el plano delictivo en la zona, el cual coordina con serenazgo las desiciones a tomar) lo que ocurre cotidianamente en el sector, sino, sobre todo, sujetos que articulan y lubrican las redes sociales que están constituidas en su propio espacio. Es decir, los miembros de Seguridad Chalaca se ubican en un doble sentido: informantes de la “realidad” de Puerto Nuevo (para el Supervisor oficial) y fortalecedores de la red social local. Esta red social se constata en la pugna entre bandos de la misma zona, debido a conflictos que son mantenidos tiempo atrás o por el control de micro sectores de poder que permiten una circulación más fluida en la zona.

Al conversar con una madre de familia del sector que pertenece a Seguridad Chalaca, mencionaba que ellas (o ellos) no podían controlar el conflicto entre bandos que impera en la zona debido a las represalias que pueden sufrir. Es decir, los miembros de la seguridad vecinal están acaparados por la lógica estructural que se despliega en la zona en relación al sentido que tiene la noción de seguridad. Las redes sociales establecidas en la zona (familias con un ejercicio de poder mayor en el sector, relaciones interfamiliares, vínculos con otros grupo de otras zonas como Corongo o Chacarita, etc.) y la lógica que se establece en las interrelaciones personales se sobreponen a la puesta en marcha de un programa de seguridad ciudadana que mira desde afuera la estructura de funcionamiento de la seguridad en Puerto Nuevo. En este sentido, y en palabras de los mismos miembros del programa, su labor se limita a cuidar los parques y jardines, además de no permitir el deterioro del espacio público. “Tirar dedo al otro” es hacer tambalear la estructura de funcionamiento de las redes sociales locales.

Así, por un lado está el programa oficial de seguridad vecinal (cuyos miembros son personas que integran familias de la zona con diversas disputas de poder) y por otro las formas en que se relacionan las personas en la zona. 

M.C.A.


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